Dos semanas de intensas lluvias han matado ya a 13 personas y han afectado a más de 20.000 personas, principalmente en las provincias de Antananarivo y Fianarantsoa, según informa el Programa Mundial de Alimentación (PMA) desde Madagascar. Alrededor de unas 2.200 personas se han quedado sin hogar debido a las intensas lluvias. Aunque las fuertes precipitaciones son normales durante esta época del año, la cantidad de lluvias registradas en esta zona semi-húmeda a principios de enero era ya el doble del promedio mensual. Dentro de unas semanas iba a comenzar la estación de la cosecha de arroz en las áreas alrededor de la capital, Antananarivo, y se calcula que las pérdidas serán significativas. Esto tendría un impacto negativo en la situación de la seguridad alimentaria para los próximos meses. La situación no puede ser más crítica, ya que mientras tanto el país todavía se está recuperando de las consecuencias de la crisis política. Debido a las agitaciones del pasado 2002, el PIB se vio reducido en un 12 por ciento el año pasado, especialmente afectando a la población más pobre. En las provincias interiores del país, como Antananarivo y Fianarantsoa, aisladas del mundo exterior por malos caminos e infraestructuras, la escasez de medicinas y alimentos provocaron el año pasado el debilitamiento de muchas sociedades rurales. La destrucción de las infraestructuras, al mismo tiempo, ha dificultado una recuperación rápida. También el derrumbamiento económico del país ha aumentado el desempleo y por lo tanto ha reducido las fuentes alternativas de renta para la población rural. El PMA, junto con sus socios, ha conducido una misión para evaluar el área y conocer los problemas más inmediatos, como era el caso de la carencia de agua limpia y letrinas. A pesar de las inundaciones, mucha gente rechaza ser evacuada de las áreas, por lo que el riesgo de epidemias está aumentando, según los expertos del PMA. Actualmente los expertos del PMA, discuten con sus socios "para llegar a
identificar la respuesta más apropiada". El PMA considera como una
posibilidad poner en práctica un programa para ayudar a la población afectada
por las inundaciones.
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