afrol news, 30.04.2002 - El amplio número de familias afectadas por los desastres naturales en Mauritania no ha recibido suficiente ayuda para "desarrollar estrategias de desarrollo", avisa un nuevo informe. El éxodo rural a los centros urbanos está aumentándose, al mismo tiempo que las familias están vendiendo todos sus bienes para poder sobrevivir. Según la agencia estadounidense Agency Famine Early Warning Systems Network (FEWS), la población afectada por las lluvias torrenciales del mes de enero - que conllevaron las pérdidas de producción agrícola, campos y pastos - está en estos momentos sin recibir ayuda ante la crisis. "La ayuda movilizada a su favor por parte del estado mauritano y sus compañeros de desarrollo es insuficiente", concluye FEWS en un nuevo informe sobre seguridad alimentaria en Mauritania. Según el Programa de Alimentación Mundial (WFP, por sus siglas en inglés), unos 250.000 mauritanos están siendo afectados por la crisis alimentaria en el país como resultado de décadas de desertificación. Según la agencia, Mauritania está a la espera de una "crisis alimentaria sin precedentes". FEWS ha actualizado la situación, refiriéndose a los resultados finales que se acaban de publicar sobre la producción de cereales correspondiente al periodo 2001-2002. Según las cifras del Ministerio de Desarrollo y Ambiente Social, los campos agrícolas irrigados han sufrido las principales pérdidas de esta temporada, llegando dichas pérdidas al 18 por ciento. La crisis alimentaria ha provocado una subida de precios de los cereales en los mercados rurales. Según FEWS, los precios han llegado a ser tan altos como en 1984 - un año de sequía y hambre - en las zonas rurales afectadas. Al mismo tiempo, los precios de los alimentos importados han aumentado, especialmente, arroz, maíz, aceite y azúcar. Los precios no han subido todavía tanto en los mercados urbanos, lo que indica la falta de infraestructura que existe aún en lo que se refiere a los peligros de la seguridad alimentaria en Mauritania. Al mismo tiempo, los pobres en las zonas urbanas están siendo igualmente afectados por la crisis alimentaria, ya que la subida de precios ha provocado la emigración de la población del campo a la ciudad. Especialmente el boom de la emigración rural a las ciudades está influenciando la vida de los pobres de las ciudades. FEWS advierte de la seriedad de la crisis alimentaria en Mauritania, donde todos los modos tradicionales de sobrevivir están en peligro. La agencia de las Naciones Unidas subraya "la reacción limitada de los donantes y la incapacidad de la población afectada de desarrollar nuevas estrategias de supervivencia" como los principales temas a tener en cuenta. El Programa Mundial de Alimentación (WFP) ya hizo a comienzos del mes de abril un llamamiento a la comunidad internacional de 7,5 millones de dólares para ayuda alimentaria a la población afectada por los desastres naturales. WFP informó que familias rurales afectadas ya habían reducido los principales alimentos a la mitad y habían comenzado a vender las posesiones familiares: las clásicas señales de una crisis. Además de las lluvias de enero y de la actual sequía, la actual crisis viene como resultado de 30 años de degradación climática, incluyendo el aumento de sequía y desertificación. Estas décadas de degradación climática han hecho que la zona agrícola de Mauritania se haya visto reducida a 200 kilómetros a lo largo de la frontera senegalesa.
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