Según un informe a la prensa realizado por Kris Janowski, portavoz de la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, por sus siglas en español), el fracaso del gobierno de Kenia al autorizar una transferencia de refugiados somalíes de la turbulentqa zona fronteriza a campos más seguros está comenzando a costar las vidas de los refugiados. Varios han sido asesinados a causa de los disparos que se producen en el lado somalí de la frontera, y ahora, los refugiados mueren a causa de la desnutrición porque los trabajadores humanitarios no pueden alcanzar los campos instalados temporalmente en la zona fronteriza. Janowsky ha anunciado que los trabajos de construcción del primer centro de alimentación comienzan hoy y se se "espera que estén terminados dentro de una semana". El portavoz agregó que el primer centro abastecerá a refugiados en un campo próximo y tendrá una capacidad para albergar a 5.000 personas. Los otros dos centros, se instalarán en la misma ciudad de Mandera y se espera que resolverán las necesidades de alimentación de la población y de los refugiados locales que viven con sus familiares y amigos. Los ayudantes sanitarios habían divulgado el pasado fin de semana que el número total de niños seriamente afectados por la subalimentación en el hospital de Mandera se había elevado a 147. Un 40 por ciento de ellos eran refugiados. En la frontera, entre 800 y 2000 niños están sufriendo de malnitrición, mientras que unas 400 embarazadas o madres que siguen dando lactancia a sus niños necesitan un suplemento alimentario de forma urgente. Según Janowski, las agencias no han podido distribuir la ayuda a los refugiados en el campamento temporal del punto 1 de la frontera " debido a su cercana proximidad a la frontera y al miedo de ataques por parte de la milicia armada a través de la frontera". El gobierno de Kenia todavía no ha autorizado el traspaso de los refugiados a localizaciones más seguras dentro del país, "a pesar de semanas de negociaciones con el ACNUR" defiende Janowski, en una clara alusión al gobierno de Kenia para que tome la responsabilidad del bienestar de los refugiados somalíes. Se ha organizado un convoy para trasladar al primer grupo de 150 personas al campo de refugiados de Dadaab - a unos 500 kilómetros al sur - pero fue anulado el 24 de mayo después de que el gobierno no le diese la luz verde final. - Quizá piensan que si esta gente se traslada más adentro delKenia la situación llegará a ser permanente, declara Janowski. Pero los refugiados están "desesperados", añadió. Unos 10.000 refugiados somalíes han llegado desde el mes de abril a Kenia a través de la frontera, huyendo de las luchas de clanes en la ciudad somalí de Bula Hawa. Kenia ya es, además, anfitrión de más de 250.000 refugiados, suponiéndose que 140.000 de ellos son somalíes.
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