afrol News, 20.05.2002 - El gobierno nigeriano debería disolver, sin demora alguna, los grupos de vigilancia que el propio gobierno mantiene, se ha exigido hoy en un nuevo informe en el que se denuncian los serios abusos cometidos por los "chicos bakassi", un grupo formado en 1998 por el gobierno para combatir los robos a mano armada. El informe, elaborado por la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch, basada en New York, junto con Centre for Law Enforcement Education (CLEEN), basado en Lagos, describe como los "chicos bakassi", que actúan en los estados nigerianos de Anambra, Abia e Imo, han sido responsables de ejecuciones, así como de cientos de casos de torturas y detenciones de carácter arbitrario. Estos abusos han sido tolerados e, incluso en algunas ocasiones, apoyados de forma activa por las autoridades gubernamentales del estado. El gobierno ha proveído a los chicos bakassi con oficinas, uniformes y vehículos, al mismo tiempo que les ha venido pagando sus correspondientes salarios. En el estado de Anambra, por ejemplo, se aprobó una ley durante el pasado mes de agosto para reconocer al grupo, de forma oficial, como los Servicios de Vigilancia del Estado de Anambra. En los pocos casos en los que los miembros de los chicos bakassi implicados en un crimen eran detenidos por la policía, transcurría siempre poco tiempo antes de que éstos fuesen liberados, siempre de forma rápida gracias a la intervención de fuentes oficiales del gobierno. "Por medio del apoyo que viene prestando a los chicos bakassi, las autoridades gubernamentales están demostrando a la población nigeriana que es aceptable utilizar la violencia para conseguir cualquier tipo de fines", denuncia Innocent Chukwuma, director ejecutivo de CLEEN. La iniciativa de crear estos grupos de vigilancia vino dada por grupos de comerciantes para luchas contra los robos a mano armada en las grandes ciudades de los estados sureños de Nigeria. Desde entonces, los chicos bakassi han utilizado métodos brutales y arbitrarios, sin respetar ni a las autoridades policiales ni a las gubernamentales. Armados con pistolas y machetes, han llevado a cabo ejecuciones y mutilado a sus víctimas en público, deteniéndoles y torturándoles bajo detenciones siempre ilegales.
|