afrol News, 29.01.2003 - Todo parece indicar que el encuentro que el jueves mantendrán los ministros de exteriores de España y Marruecos servirá para poner fecha al esperado regreso de sus respectivos embajadores y el "total" reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Pese al optimismo que han manifestado ambas delegaciones diplomáticas en las últimas semanas respecto al encuentro de esta semana entre Ana Palacio, Ministra española de Exteriores y su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa, el tema del regreso de los embajadores no parecía claro. Sin embargo, la incógnita parece que será desvelada en el encuentro que ambos ministros mantendrán el jueves. Palacio, durante su estancia en Bruselas el lunes para participar en la reunión de ministros de exteriores de la UE, anunciaba a la prensa que "confiaba en que el embajador de Marruecos en Madrid y el embajador de España en Rabat vuelvan pronto a sus respectivos puestos", aunque sin citar fechas concretas. Eso sí, Palacio declaró que existía una voluntad, por ambas partes, de no sólo recuperar las relaciones existentes, sino incluso "elevarlas a un nivel superior". Tan sólo horas después de estas declaraciones, el martes, fuentes diplomáticas españolas desvelaban que los embajadores regresarán de "forma inmediata", indicando que la fecha del regreso, prevista para los primeros días de febrero, será anunciada durante la reunión del jueves entre Palacio y Benaissa.
El embajador marroquí en España, Abdesalam Baraka, abandonó su puesto en Madrid en octubre de 2001, "llamado a consultas a Rabat por el rey marroquí", según la versión oficial. Ante el retraso de su regreso, Marruecos explicó, entre otros motivos, que existía entonces un malestar con España debido a la campaña mediática de la prensa española contra Marruecos y las "débiles señales demostradas por el gobierno español para acabar con ella". Además, la avalancha de la inmigración procedente de las costas marroquíes, el apoyo mayoritario a la causa saharaui por parte de la opinión pública, junto con los tradicionales problemas pesqueros, entre otros, son los principales causantes de la crisis hispano-marroquí en la que el diálogo, generalmente, no ha funcionado de la mejor forma. En enero del año pasado, Marruecos calificó la prospección petrolífera española en Canarias como un acto "antipático". Poco antes del despliegue de las tropas en el islote Perejil / Leila, Marruecos protestó ferozmente contra los buques de guerra españoles situados también cerca de la costa marroquí, ante lo que España respondió con una amenaza de a Marruecos de perder las ayudas económicas españolas y de la UE, a favor de España en este contencioso.
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