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afrol News, 27.06.2002 - La polémica renovación "del protocolo de las industrias pesqueras Senegal / Unión Europea" se consiguió, finalmente, ayer, después de Senegal echase de sus aguas a los barcos de la Unión Europea hace medio año debido a que no cumplían los acuerdos financieros y medio ambientales. La mayoría de las demandas de Senegal fueron aceptadas, pero los ecologistas todavía siguen criticando la situación. La UE ha aceptado las principales demandas de Senegal sobre pagos más elevados y prácticas menos dañinas para la pesca. Los europeos pagarán anualmente 4 millones de euros más que lo establecido en el protocolo anterior, viéndose así aumentados los pagos anuales de 12 a 16 millones de euros. El tratado por validez de cuatro años, por lo tanto, tiene un valor total de 64 millones. Otros incentivos económicos para Senegal incluyen el incremento de la pesca del atún por parte de la Unión Europea y un incremento del número de los pescadores senegaleses que serán empleados por la Unión Europea, que aumentarán desde un 33 a un 50 por ciento del total de la mano de obra. Las cuestiones ambientales, que también protegen los intereses de la flota local artesanal de Senegal, se han tratado ampliamente en el nuevo protocolo, aunque las conclusiones apenas se pueden llamar radicales. De la remuneración financiera anual, "un 18 por ciento, que representa casi 3 millones de euros, se dedicó a las medidas sociales diseñadas para apoyar la conservación de especies y para consolidar el sector de la pesca senegalesa", según informó ayer el Comisario de Pesca de la UE, Franz Fischler. Las medidas planeadas bajo esta "colaboración" incluyen la investigación científica y la evaluación del estado de la acción pesquera, el desarrollo del sistema del control y de la supervisión de Senegal, aumentando la seguridad de los buques de pesca artesanal, el desarrollo de las estructuras institucionales de Senegal para la gerencia de las industrias pesqueras y la disposición del entrenamiento para los pescadores. La industria pesquera de Senegal emplea aproximadamente a unas 600.000 personas. Lo que es aún más importante, los contingentes totales de la pesca de la UE en las industrias pesqueras de demersal (especie que vive cerca del fondo del mar) se han disminuido desde las 10.000 toneladas a unas 8.000. La principal demanda de Senegal, la de prohibir la pesca pelágica, también fue aprobada. La pesca pelágica se considera como una de las prácticas medioambientales más dañosas de la pesca, pues consiste en arrastrar una red por dos barcos rastreadores, conllevando que muchos de los pescados "no deseados" sean cogidos y después lanzados al agua. Los conservacionistas, sin embargo, critican el acuerdo, manteniendo que los aspectos medioambientales no se tratan suficientemente. La reducción limitada de contingentes todavía dañaría la acción de la pesca senegalesa y no llega lo suficientemente lejos en lo que se refiere a la protección del sector artesanal del país.
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