afrol News, 05.06.2002 - Durante una polémica visita a la ciudad occidental de Daloa, el Presidente Laurent Gbagbo declaró que sus precursores y actuales líderes de la oposición, habían dejado al país en un caos económico. El mensaje fue recibido de distintas formas por los aludidos, pero las tensiones políticas ya parecen haberse aumentado. Al dirigirse a Daloa, el Presidente Gbagbo se había asegurado de movilizar a sus partidarios del Frente Popular de Costa de Marfil (FPI), el partido en el poder. El alcalde, Frédéric Guedé Guina, del partido de la oposición Reunión Republicana (RDR), durante su discurso de bienvenida, fue interrumpido por la muchedumbre amenazadora del FPI, en una manera que el periódico Fraternité Matin, del gobierno, lamentó y calificó de "verdadera vergüenza" para la democracia. El Presidente Gbagbo, sin embargo, se despachó a su fusto con las fuertes críticas a la oposición. Sus precursores en su puesto - el Presidente Henri Konan Bédié, el Primer Ministro Alassane Ouattara (ahora líder del RDR) y el General militar Roberto Guei del líder - "salieron del país en medio de un caos y éstas son las mismas personas ahora que me critican", dijo el actual Presidente. "Algunas de ellas deberían incluso ser demandadas", agregó. El presidente también hizo promesas de aportar mayores recursos a las regiones del país, en línea con las nuevas reformas de la descentralización. Los fondos serían dirigidos, concretamente, a las escuelas y a los hospitales, teniendo como objetivo poder alcanzar un seguro médico universal y una asistencia a la escuela universal. Los observadores advirtieron que el presidente tenía en mente las elecciones para los consejos y los líderes generales del districto, que se celebrarán el próximo 7 de julio. Laurent Gbagbo fue nombrado Presidente tras las polémicas elecciones de octubre del 2000, en las cuales fueron eliminados el ex Presidente Bédié y el candidato favorito, Ouattara. Más de 300 personas murieron como consecuencia de los choques políticos producidos tras la celebración de las elecciones. Se inició un proceso nacional de reconciliación en 2001, que llegó a culminarse a través de una reunión entre Gbagbo, Bédié, Guei y Ouattara en Yamoussoukro, en enero este año. El propio Presidente Gbagbo se comprometió a consultar a los otros regularmente, pero no ha habido contacto entre ellos desde el mes de enero. Por el contrario, el ambiente político parece polarizarse. Bédié, Guei y Ouattara están criticando cada vez más las políticas del gobierno, que se definen por su estrecha colaboración con el Fondo Monetario Internacional. Mientras tanto, Gbagbo está culpando de todos los males a sus precursores. Los otros "ya han gobernado y ahora deben dejarme gobernar a mi propia manera", contestó el Presidente a las críticas sobre su promesa de consultar con sus precursores.
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