afrol News, 16.07.2003 - Las tropas militares han tomado esta noche el control del archipiélago de Santo Tomé y Príncipe, arrestando a las principales figuras del gobierno elegido democráticamente y estableciendo una "junta nacional de salvación". Mientras el Presidente Menezes se encuentra de visita en Nigeria, los países lusófonos están intentado que las milicias devuelvan el poder a la población civil. Los disparos comenzaron a oírse en la capital, Santo Tomé, a las tres de la madrugada, pero no hay información de que se hayan producido muertes. Los soldados rebeldes tomaron rápidamente el control de los edificios del gobierno, de las emisoras estatales de radio y televisión , del Banco Central y del aeropuerto internacional. También detuvieron a la mayoría de la dirección política del país, incluyendo a la Primera Ministra, Maria das Neves, al Presidentedel Parlamento, Dionisio Dias, al Ministro de Defensa Fernando Daqua y al Ministro de Recursos Naturales, Rafael Branco. Los hombres que se encuentran tras el golpe militar hicieron su primer acto público esta mañana en la radio nacional, donde el mayor Fernando "Cobó" Pereira pidió a todos los oficiales del gobierno aún no detenidos que se entregasen. Si no, él no podía "tomar responsabilidad" de lo que les pudiese suceder. Pereira se autoproclamó jefe del ejército. Esta tarde, la radio nacional lanzó una declaración de la supuesta "junta nacional de salvación", dirigida por el general Pereira. La junta declaró "a la comunidad nacional e internacional" que había asumido el control de todas las funciones del país, anulando así las instituciones democráticas de Santo Tomé. Posteriormente, la junta militar, iba a informar a los ciudadanos de Santo Tomé de su nueva dirección, que es la de dirigir al país durante un "período de transición" en el que se "respetará el principio democrático universal" sin dar más detalles. El comandante todavía no ha mencionado sus motivos para dar el golpe, pero distintos analistas coinciden en que los líderes militares desean probablemente tener sus manos los recursos petrolíferos del pobre país. La producción petrolífera no ha comenzado aún, pero ya están llegando al país las primeras inversiones en el sector. Santo Tomé había establecido en los últimos años un expediente democrático relativamente bueno, con un bajo nivel de tensiones, siendo así el golpe una gran sorpresa. António Branches, del diario de Santo Tomé ' Téla Nón ' dice sin embargo que los líderes militares habían acumulado suficientes quejas contra los líderes civiles durante este año. Una carta oficial de denuncia sobre la situación del ejército, enviada al gobierno en abril, todavía no había producido ningún resultado. Los autores del golpe utilizaron, aparentemente, la oportunidad del viaje privado del Presidente Fradique de Menezes a Nigeria. El Presidente de Santo Toméan ha realizado desde Abuja unas declaraciones a la agencia portuguesa de noticias ' Lusa ', en las que manifiesta estar "muy desconcertado" y desea volver a su país cuanto antes. Menezes mantiene encuentros con su colega nigeriano Olusegun Obasanjo para discutir los pasos a seguir. En Lisboa, el Ministro de Asuntos Exteriores de Santo Tomé, Mateus Meira Rita, participaba en una cumbre extraordinaria de los países lusófonos cuando recibió la noticia del golpe militar en su país. Rita condenó el golpe, de cuya responsabilidad culpa al supuesto "batallón búfalo", formado por tropas especiales que habían sido entrenadas en Sudáfrica en los años 80. Él, sin embargo, también dijo que deseaba iniciar un diálogo con los rebeldes. El Ministro de Asuntos Exteriores de Santo Tomé también ha recibido el apoyo del antiguo poder colonial, Portugal y de sus países socios lusófonos. Portugal además ha invitado a otros países a condenar el golpe y reconocer a sus líderes. Joaquim Chissano, actual líder de la Unión Africana (UA) y Presidente de Mozambique ha pedido una rápida vuelta al "orden constitucional". El embajador de Portugal en Santo Tomé, Mario de Jesús Santos, ha recibido la responsabilidad de negociar con los rebeldes y escuchar sus demandas para que devuelvan el poder a los líderes elegidos democráticamente. Con la declaración de la junta militar de un "período de transición", esto, sin embargo parece poco probable. No se hablado, hasta ahora, de ninguna posible intervención militar por parte de otro país. El antiguo poder colonial, Portugal, no tiene tradición en intervenciones de este tipo.
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