afrol News, 26.03.2003 - La mejora de las rutas de transporte en África Oeste continua su largo proceso, el cual se ve frecuentemente paralizado a causa de la falta de recursos financieros para las inversiones que conllevan. El último caso es el de la ruta de la carretera entre Tánger (Marruecos) y Dakar (Senegal). A iniciativa de Senegal, ambos países se encuentran buscando una financiación a través de la cual se pueda llegar a construir la planeada última fase del proyecto. Según la iniciativa de Senegal, los gobiernos de ambos países están planteándose conseguir la financiación necesaria para las últimas obras del tramo a través de Japón, país con el que ya se han iniciado las negociaciones. En el caso de que las negociaciones lleguen a materializarse, la financiación japonesa iría destinada a construir un puente en el río Senegal, lo cual estaría dentro de la última fase del proyecto de construcción de la ruta de transportes por carretera Tánger - Dakar. En los últimos días, delegaciones gubernamentales de ambos países, lideradas por los ministros de Transportes e Infraestructuras marroquí y senegalés, han mantenido una serie de reuniones para planear la última fase del proyecto y, en concreto, su financiación. Se espera que las obras de la nueva carretera, de conseguirse la esperada última parte de las inversiones, puedan verse finalizadas dentro de un plazo de dos años, durante el cual se completará un trayecto total de unos quinientos kilómetros de distancia. El puente en concreto que cruzaría el río Senegal y que recibirá el nombre de Rosso, sería, según ha explicado el ministro marroquí de Transportes, un símbolo de la excelente cooperación y relación entre Senegal y Marruecos. En estos momentos, de la totalidad del trayecto sólo se han iniciado las obras del tramo que une en Mauritania a la capital del país, Nouakchott, con Nouadhibou, a través de la financiación que ha conseguido para ello este país. La financiación total del proyecto, según acordaron Senegal y Maruecos,
correría a cargo de los gobiernos de los dos países. Sin embargo, el papel
de Marruecos en este proyecto no ha dejado de levantar polémicas y de
relacionarse con el simbolismo del poder que Maruecos quiere ejercer sobre
la región, ya que está previsto que la carretera pase por el territorio de
Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos.
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