afrol News, 10.03.2003 - Un nuevo informe lanzado hoy por WWF demuestra que los nuevos acuerdos referidos a los repartos pesqueros firmados por la UE para permitir que los barcos europeos pesquen en aguas africanas, aunque conllevan cambios positivos con respecto a los anteriores, siguen siendo bastantes cuestionables y para nada sostenibles. El informe 'Los acuerdos de Pesca con países terceros - se mueve la UE en dirección al desarrollo sostenible?, elaborado para WWF por el Instituto de Política Medioambiental Europea, revisa los recientemente firmados repartos pesqueros con Senegal, Angola, Mauritania y Santo Tomé y Príncipe, comparando los nuevos acuerdos con los anteriores que ya tenían estos países. La conclusión del informe es que, a pesar de los planes de la Comisión Europea de cambiar de "acuerdos de acceso" a "acuerdos de cooperación" en la pesca, los repartos actuales están lejos de ser sostenibles medioambiental, social o económicamente. Según los términos de estos acuerdos, la UE paga al país una suma de dinero, parte de la cual se espera que vaya destinada a ayudar al país para desarrollar y mejorar la gerencia de su industria pesquera, a cambio de lo cual ese país permite que los barcos de la UE pesquen en sus aguas. Los dueños de los barcos pagan un impuesto de licencia, pero los pagos de la UE constituyen un subsidio significativo. La UE tiene acuerdos con veinte países a los cuales paga una remuneración financiera, sobre todo en África. Los acuerdos actuales referidos a los cuatro países africanos anteriormente mencionados cuestan a la UE, aproximadamente, unos 100 millones de euros al año y permiten que unos 500 barcos de la UE pesquen en las aguas de Senegal, Angola, Mauritania y Santo Tomé y Príncipe. "Las ideas de la Comisión Europea para mejorar los acuerdos pesqueros están llenas de buenas intenciones" explica Julia Cator, de la campaña de pesca de WWF. "Sólo que los acuerdos que están firmando con los países africanos no reflejan estas buenas intenciones". Entre otros datos que denuncia el informe, citar que la cantidad que paga la UE al país africano varía desde los 11.111 euros por barco europeo (a Santo Tomé) a los 346.774 euros por barco europeo (a Mauritania). Del mismo modo, WWF denuncia que la cantidad de dinero de la UE destinada a ayudar al desarrollo de la gerencia local de la industria pesquera variaba entre un 19 y un 41 por ciento, según lo estimado en cada acuerdo con cada país concreto. En los cuatro acuerdos africanos analizados en el informe hay solamente dos que cuentan con límites de retén: para el atún en Santo Tomé y para las gambas en Angola. "Mientras que se han producido algunas mejoras en los acuerdos, parece
cuestionable si los actuales acuerdos abarcan o no realmente la idea de
ser sostenibles", añade Julie Cator. "Tiene que haber un cambio importante
en los acuerdos que se están firmando si la Comisión espera que los
'acuerdos de cooperación' van a significar algo en realidad".
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