afrol News, 31.07.2003 - Mientras hoy el Consejo de Seguridad de la ONU decide sobre una posible renovación de su misión en Sáhara occidental, las especulaciones sobre la definición de un definitivo plan de paz aumentan. La delegación saharaui acepta el arriesgado plan de paz estadounidense, junto con la oferta de reconciliación de Argelia, mientras que Francia todavía apoya los esfuerzos por el rechazo planteados por Marruecos. La delegación de EE UU en las negociaciones de la ONU sobre Sáhara occidental han presentado en el último minuto un texto "suavizado" de la resolución en una minuciosa tentativa para conseguir que Francia y Marruecos acepten el conocido como Plan Baker, propuesto por el anterior Secretario de Estado de EE UU y actual Enviado Personal para Sáhara Occidental. La "versión suavizada" exigiría menos demandas a Marruecos y ampliaría las posibilidades para la interpretación de cuando sería implantado el plan. Sin embargo, no alteraría el plan esencial de Baker, es decir, el establecimiento de de Sáhara Occidental como una provincia autónoma marroquí durante cinco años, que sería probablemente gobernada por el Polisario. Tras este periodo, la población - de la cual la mayoría son inmigrantes marroquíes - votaría sobre su independencia. El plan de Baker, aunque no respeta la anterior garantía de la ONU de realizar el referéndum solamente entre los saharauis, ha sido sorprendentemente aceptado por el Polisario pero no por el gobierno marroquí, que había hecho originalmente el boceto de la estructura básica del plan. Los representantes del Polisario en Nueva York están haciendo actualmente una fuerte campaña de lobby para que el Consejo de Seguridad de la ONU acepte el plan con el que, en un principio, estaban en contra. Fuentes diplomáticas han declarado a afrol News que el Polisario toma muy en serio la ejecución del plan de Baker, aunque podría significar que una población de mayoría marroquí pusiese fin en el referéndum a las ambiciones de independencia de Sáhara occidental. El Polisario tiene que hacer frente a nuevas realidades en una situación mundial en medio de grandes cambios, explica una fuente anónima a afrol News. "Nadie está dispuesto a ejercer presión sobre Marruecos para que acepte el plan original de un referéndum puramente saharaui y una vuelta a la guerra no es deseable para nadie", subraya la misma fuente. Durante los últimos meses, la presión sobre los saharauis para aceptar una solución ha aumentado. Incluso dos de los aliados tradicionalmente más cercanos al Polisario, los gobiernos de Argelia y España, han cambiado considerablemente su idioma, debido al interés de ambos por normalizar sus tormentosas relaciones con su vecino marroquí. El gobierno español, por ejemplo, exige ahora un referéndum entre los "habitantes" de Sáhara occidental, pero no entre los saharauis, como ha defendido tradicionalmente. - Estamos dispuestos a tomar la responsabilidad y los riesgos de avanzar nuevos pasos en el asunto, ya que Marruecos teme cualquier cambio y desea mantener el status quo para siempre, declara la fuente diplomática a afrol News. Sin embargo, también existía una posibilidad de que el gobierno saharaui en el exilio, basado en los campos de refugiados argelinos, no aceptase las concesiones dadas por sus representantes en Nueva York. Para los saharauis, es un riesgo calculado aceptar el plan de Baker, sigue explicando el diplomático. Puesto el plan en ejecución, una provincia autónoma saharaui, probablemente bajo el poder del Polisario, estaría en claro contraste con el régimen dictatorial de Rabat, sostiene el Polisario. Aunque se estima que entre un 65 y un 70 por ciento de los votantes serían de origen marroquí, una buena administración del Polisario podría producir una mayoría favorable a la independencia. El gobierno marroquí, mientras tanto, está endureciendo su idioma, exigiendo que cualquier solución al conflicto de Sáhara Occidental debe "basarse en la integridad territorial de Marruecos", lo que significa que cualquier solución que pudiese conducir a la independencia del territorio tiene que ser excluida del plan de paz. Francia, con derecho a veto como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, en términos prácticos, acepta este punto de vista. Mientras el plan original de Baker, que hasta hace poco tenía el apoyo de Francia, incluía la imposición de soluciones por parte de la ONU si las dos partes no podían alcanzar un acuerdo, Francia insiste ahora en una solución aceptada por el Polisario y Rabat. Este profundo cambio se produjo después del repentino rechazo de Marruecos al plan de Baker. Mientras los representantes franceses en la ONU luchan por encontrar un texto de resolución del Consejo de Seguridad que no obligue a Marruecos a aceptar las decisiones de la ONU en contra de su voluntad, la base del plan de Baker amenaza con desbaratar esto. La resolución basada en "el consentimiento de todas las partes", como Marruecos ahora exige, ha demostrado ser un fracaso para todos durante los 12 años que la ONU ha mantenido su misión en Sáhara Occidental (MINURSO), sobre todo debido a las tácticas marroquíes para conseguir más tiempo. La presión a Marruecos y Francia, al mismo tiempo, también está aumentando. El gobierno de EE UU, a su vez aliado militar y comercial de Marruecos, se refugia en el plan de su anterior Secretario de Estado e impulsa al gobierno marroquí a aceptar dicho plan. También Argelia, aliado tradicional de Polisario, ha hecho nuevas ofertas al gobierno marroquí para que acepte el plan Baker. El Presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, ha enviado recientemente un mensaje al Rey marroquí Mohamed VI, ofreciendo una vuelta a la normalización de sus relaciones tras décadas de tensión. La frontera por tierra entre Marruecos y Argelia ha estado cerrada desde 1994. Las relaciones amistosas entre Argelia y Marruecos se consideran necesarias para el establecimiento de la unión económica en el Maghreb y para la integración de Marruecos en la Unión Africana (UA). Ambos temas han fallado debido a la prolongada ocupación marroquí en Sáhara occidental y el fracaso por encontrar una solución pacífica definitiva. En Nueva York, mientras tanto, los miembros del Consejo de Seguridad se apresuran hoy para decidir la continuación del mandado de MINURSO - que supervise el alto el fuego entre marroquíes y saharauis desde 1991 - y termina hoy, 31 de julio. Una nueva resolución del Consejo de Seguridad, que debe incluir la adherencia al plan de Baker, se debe adoptar hoy para prolongar el mandato de la ONU otros seis meses. Por otro lado, el típico resultado de una situación bloqueada, como la
actual, no suele resolverse en el Consejo de Seguridad. Existe siempre la
opción de que el mandato de MINURSO se prolongue durante un tiempo menos
prolongado, impulsando a las partes a encontrar una solución mientras
tanto. Entonces, la presión estaría sobre Marruecos durante un periodo de
tiempo, y la situación de la ocupación se podría seguir prolongando aún
más.
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