afrol News, 18.07.2003 - Mientras el gobierno exiliado saharaui, bajo una presión fuerte, ha aceptado el controvertido plan de paz de James Baker, el gobierno marroquí ha rechazado ahora el plan que, prácticamente, había diseñado él mismo. El plan de Baker dejaría a una mayoría de inmigrantes marroquíes participar en el referéndum sobre la posible independencia de Sáhara Occidental. - La posición de Marruecos es clara como el cristal, dice el Ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa. "Rechazamos que se nos imponga cualquier decisión relacionada a la soberanía del Reino". Se refiere al último plan propuesto por el Enviado Personal para Sáhara Occidental del Secretario General de la ONU, James Baker. "Marruecos ha dejado clara su posición a todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU", añadió Benaissa. El Consejo de Seguridad, sin embargo, debe haber recibido con sorpresa la "posición clara" de Marruecos, ya que el gobierno marroquí le había presionado antes para llegar a la solución en que se basa el plan de Baker. Baker también tuvo que confesar el año pasado que su plan se basaba en una propuesta del gobierno marroquí. El plan de Baker prevé la integración del disputado territorio de Sáhara Occidental dentro de Marruecos como provincia autónoma bajo el control del Polisario, el movimiento pro-independentista que forma el gobierno exiliado saharaui. Después de cinco años, el plan prevé un referéndum entre los originarios saharauis, pero también cuenta con dar al mucho más amplio grupo de inmigrantes marroquíes la oportunidad de elegir entre la independencia o la integración permanente con Marruecos. Según el plan, se dan amplias autoridades a la ONU, sin o con el acuerdo de las dos partes. Esto, según Baker, sería la única solución realista al conflicto que empezó con la ocupación marroquí de la colonia española en 1975. La ONU ha vigilado el alto el fuego entre Polisario y Marruecos desde 1991, pero no ha sido capaz de organizar el prometido referéndum - que originalmente sólo incluía a votantes saharauis - por las tácticas marroquíes para el retraso. El plan de Baker, sorprendentemente, obtuvo el reconocimiento del Polisario recientemente, aunque el movimiento protestaba por la inclusión de votantes marroquíes en el referéndum. Si se organiza el referéndum según el plan actual, habrá varias veces más votantes marroquíes que saharauis, dando por ello al gobierno marroquí una buena posibilidad de ganar el referéndum y el reconocimiento internacional de su soberanía sobre el territorio. El Ministro Benaissa, al rechazar el plan de Baker, ha puesto a Marruecos en una posición que no es fácil explicar en el mundo diplomático. Durante una entrevista con el canal de televisión satélite 'Abu Dhabi' tuvo que negar que Marruecos estuviera entorpeciendo una solución para el conflicto sobre Sáhara. Marruecos ahora "prosigue sus contactos" con el gobierno de Estados Unidos - que firmemente apoya el plan de su ex-Secretario de Estado, James Baker - "para convencerles de que seguir la vía del plan Baker sólo conduciría a complicaciones y fomentaría la tensión en la región". Se había confirmado que el referéndum sería imposible organizar, subrayó además. Se ha observado que el gobierno marroquí se ha arrinconado diplomáticamente después de que el Rey Mohamed VI haya declarado con frecuencia que cualquier solución que incluyese una posible secesión de Sáhara Occidental sería un anatema. Benaissa, por ello, tuvo que repetir que cualquier solución tiene que "garantizar la integridad territorial de Marruecos sobre todo su territorio", incluido Sáhara Occidental. Con ello se observa que Marruecos está volviendo a posiciones incompatibles con los intentos de la ONU por asegurar la paz. Según distintos analistas, el movimiento saharaui pro-independentista ha ganado con ello una extraordinaria victoria diplomática que expone "la nula voluntad de Marruecos por buscar una solución pacífica al conflicto". Ronny Hansen, del Comité Noruego de Apoyo para Sáhara Occidental, explica a afrol News que este puede haber sido uno de los principales motivos para que el Polisario apoye el arriesgado plan de Baker. - Una teoría es que el Polisario entonces estaba jugando con la opción de que Marruecos rechazaría el plan de Baker, dice Hansen. "Si Marruecos rechaza - tal y como ha hecho - el plan, el Polisario podría demostrar su buena voluntad y la falta de voluntad por parte del gobierno marroquí para encontrar una solución negociada". Se dio una buena oportunidad para "exponer las tácticas de Marruecos", añade. Otra teoría sobre la sorprendente voluntad del Polisario de aceptar el plan de Baker era, según Hansen, que "el Polisario estaba contando con obtener muchos votos pro-independentistas por parte de la alta cifra de empobrecidos inmigrantes marroquíes, que fueron engañados o amenazados por el gobierno marroquí para ir a Sáhara Occidental". Muchos viven bajo "condiciones miserables" sin empleo en las chavolas de El Aaiun, explica Hansen. - Ahora, el Polisario está en posición para explicar a la ONU que ha intentado todo que le ha propuesto Baker, pero sin resultado ninguno, dice Hansen. "Por ello, los saharauis pueden exigir que la ONU vuelva al plan de paz, que han firmado todas las partes y que también está basado en un enorme compromiso". Lo último que quiere el Polisario es que la ONU se desentienda de Sáhara Occidental, añadió. El Consejo de Seguridad de la ONU está actualmente discutiendo el tema
de Sáhara Occidental a puerta cerrada. Tendrá que decidirse si quiere
intentar seguir con el modelo presentado por Baker o si prefiere
desarrollar otro modelo de paz para el territorio. Baker ya ha anunciado
anteriormente que dejará su puesto si no tiene el apoyo del Consejo para
su plan.
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