Según un nuevo informe de Human Right Watch, se detallan las matanzas y otros abusos llevados a cabo por el OPC desde que el gobierno del Presidente Olusegun Obasanjo llegase al poder en 1999. El nuevo informe denuncia que la violencia en muchas partes de Nigeria es un problema en aumento, según informa Peter Takirambudde, director ejecutivo de la organización para África. Algunas de estas matanzas han ocurrido en el contexto de conflictos étnicos, como por ejemplo en el área de Lagos, en febrero de 2002, en que los miembros de OPC mataron a más de setenta personas. En uno de los incidentes más serios, en octubre del año 2000, mataron a más de 250 personas en Ajegunle (también en Lagos) durante unos combates que se prolongaron durante varios días. Los testimonios recogidos por la organización confirmaron que el OPC había desempeñado un papel central en la violencia en Ajegunle. En otros casos, los miembros de OPC mataron y mutilaron en público a personas civiles y miembros de las fuerzas de seguridad. El informe destaca el papel de algunos gobiernos estatales al apoyar al
OPC y no condenar en público el uso que éste hace de la violencia. Algunos
gobernadores estatales han llegado incluso a justificar el uso que el
grupo hace de la violencia.
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