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Según informa el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en el país ya han comenzado a caer las primeras lluvias de la temporada, y los agricultores empiezan a arar y sembrar sus campos. Un ingeniero agrónomo del CICR está supervisando la siembra. Está previsto que un especialista en economía doméstica compare la situación económica actual de los beneficiarios con la de octubre de 2002, inmediatamente después de la cosecha malograda. Los resultados de la próxima cosecha, que se analizará en octubre de 2003, determinará si son necesarias más distribuciones de víveres y semillas en 2004 para ayudar a los agricultores afectados por la sequía y la guerra a recobrar su autosuficiencia. En Debub, los agricultores de las zonas montañosas recibieron semillas de maíz, cebada y mijo africano. En las tierras bajas y en Gash-Barka, los agricultores recibieron semillas de sorgo: una media de 20 Kg de semillas para cada hogar de agricultores, cantidad suficiente para sembrar entre media y una hectárea de terreno, lo que da para alimentar a una familia durante un año, si llueve suficientemente. Para colmar la eventual falta temporal de alimentos durante la época de la siembra, también recibieron una ración alimentaria para un mes consistente en trigo, guisantes secos, aceite, azúcar y sal. Camiones del CICR distribuyeron esta ayuda lo más cerca posible de los pueblos de los beneficiarios, situados dentro o cerca de la zona temporal de seguridad, una zona de amortiguación que se extiende a lo largo de la frontera entre Eritrea y Etiopía. Los encargados de la administración en los pueblos pusieron a disposición las personas necesarias para descargar los camiones. Voluntarios de la Cruz Roja de Eritrea participaron en las distribuciones en Gash-Barka. Los agricultores apreciaron la oportunidad de las distribuciones, la calidad de las semillas y el hecho de que los puntos de distribución estuvieran cerca de sus pueblos. Agradecieron en particular las raciones alimentarias, que les permiten concentrarse en las tareas de arar y sembrar. También la FAO está ayudando a los campesinos eritreos a restablecer su capacidad productiva mediante la distribución de semillas de cereales y legumbres para la temporada agrícola de 2003. La sequía de 2002, la peor de 10 años, redujo mucho la capacidad productiva de los campesinos y asoló todas las regiones, comprendidas Debub y Gash Barka, consideradas el granero de Eritrea. Según los últimos datos de la FAO, la cosecha general de cereales de 2002
sólo produjo el 11 por ciento del volumen previsto. En muchas regiones la
producción de trigo y cebada fue inferior a la cantidad necesaria de semillas
para la siembra de 2003.
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