   |
|
La situación en Abidjan impide las ayudas a Costa de Marfil afrol News, 02.02.2003 - El malestar político en Abidjan, donde el aeropuerto y los puertos son cada vez más los objetivos de las protestas, está poniendo en peligro la situación humanitaria en el resto del país. Ni el transporte de alimentos ni las transferencias bancarias son posibles en la parte central y norte de Costa de Marfil, donde una gran parte de la población afectada por la guerra depende de ayuda. - La situación de la seguridad en Abidjan se ha visto deteriorada debido a las manifestaciones y a los alborotos que ha conllevado el acuerdo de paz, denunciaba el sábado el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Los informes sobre el malestar étnico y religioso también habían contribuido "a una situación muy inestable en estos momentos", explicaba la sede de la agencia en Abidjan. Tan sólo el sábado, una multitud que protestaba por el acuerdo de la paz de París invadió el aeropuerto internacional de Abidjan, aterrorizando a las familias francesas que intentaban huir del país. Dos soldados franceses que protegían a sus ciudadanos nacionales resultaron heridos. Las protestas anti-francesas del sábado en Abidjan - las más grandes hasta ahora - eran, sin embargo, pacíficas. La crisis en Abidjan está provocando un impacto negativo para la situación humanitaria en el resto del país, provocando en concreto la suspensión de los transportes hacia las ciudades de las provincias. Aunque la situación en Bouaké, la plaza fuerte rebelde, había comenzado a mejorar levemente durante las últimas semanas - debido a la reasunción de intercambios comerciales con el área norteña - la población no puede tener acceso a los efectivos enviados por sus parientes en Abidjan. "Si esta situación continúa durante las tres próximas semanas, la población hará frente a una grave disminución de su poder adquisitivo y dependerán de la ayuda proporcionada por las agencias humanitarias", advierte la agencia de la ONU.
No solamente los servicios bancarios locales están paralizados ante la inquieta situación en Abidjan. El Banco de Desarrollo Africano (BDA), uno de los principales actores en la ciudad, ha evacuado a su personal, que se ha trasladado a Dakar (Senegal). La vuelta de las agitaciones a Abidjan durante los últimos años puede acelerar los planes del BDA de trasladar su cuartel principal. La semana pasada el BDA concedió 1,2 millones de dólares al gobierno de Costa de Marfil. Mientras tanto, la crisis humanitaria en el país está creciendo. El PMA en Costa de Marfil está ayudando actualmente a 90.600 personas, incluyendo a 45.900 habitantes de Bouaké y las aldeas circundantes, 18.600 desplazados en Daloa y Duekoué y 7.000 desplazados en Yamoussoukro. Además, 11.560 refugiados y desplazados en el sudoeste del país reciben actualmente ayuda del PMA, así como 7.500 niños desplazados en Abidjan. Especialmente los refugiados e inmigrantes de Malí y de Burkina Faso han sido las víctimas de las manifestaciones progubernamentales de los últimos meses en Abidjan, haciéndolos depender ahora de la ayuda internacional. Durante esta semana, el PMA también ha emprendido una misión en Bouna, un centro provincial controlado por los rebeldes en la zona nororiental del país. "El reparto urgente de medicinas es necesario y se deben suministrar alimentos a los individuos más vulnerables", concluye la agencia. Al sudoeste, 4.000 refugiados liberianos - a los que las autoridades locales les prohibieron salir del país - esperaban recibir ayuda alimentaria. En esta región cercana a la frontera con Liberia, el PMA distribuye ayuda alimentaria a los refugiados en el campo de Nicla y a los desplazados en Guiglo. La agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, informa que ahora ha podido reanudar la mayoría de sus operaciones en Costa de Marfil. 158 refugiados liberianos abandonaron ayer el sudoeste gracias a una operación organizada por el ACNUR. Además, unos 1.700 liberianos habían sido registrados para regresar y esperaban su turno en los convoyes diarios. Las tensiones, sin embargo, siguen aumentando en la zona, donde se sospecha que los liberianos están implicados con los combatientes rebeldes, según informa el ACNUR. A comienzos de esta semana, un grupo de 25 jóvenes liberianos atacaron a jóvenes vigilantes a los que maltrataron y amenazaron de muerte. ACNUR estima que todavía hay hasta 40.000 refugiados liberianos que
viven en Costa de Marfil, a lo largo de la frontera occidental con
Liberia, incluyendo entre 5.000 y 8.000 en el campo de Nicla, "los cuales
son particularmente vulnerables" según la portavoz de ACNUR, Delphine
Marie.
|
