Argelia confía en reactivar el turismo
afrol News, 10.01.2003 - Argelia es uno de los países del mundo con el porcentaje más bajo de nivel turístico en relación con su gran potencial. Ya que su rivera mediterránea, las ciudades históricas y el espectacular desierto siguen abandonados para los turistas de la vecina Europa, el parlamento argelino adopta una nueva legislación para cambiar esta situación. El principal problema - la violencia política - sigue, sin embargo, intacto. Hacia el oeste, los argelinos miran celosamente los recursos turísticos de Marruecos, que aumentan en las costas atlánticas y mediterráneas. Al este, Túnez se ha establecido como destino importante, durante todo el año, para los europeos amantes de las playas y el turismo cultural. 20 horas en trasbordador hacia el norte, la rivera francesa es un de los destinos turísticos más famosos del mundo. Los recursos argelinos, sin embargo, son nulos. El gobierno argelino ha tomado la decisión de cambiar esta triste situación. Esta semana se han aprobado en el parlamento de Argel tres proyectos de ley para animar el desarrollo del turismo, que emerge como la nueva esperanza del país para conseguir un futuro más próspero. El gobierno califica los recursos turísticos del país como su "segundo recurso petrolífero", en referencia a su principal artículo de exportación, el petróleo. La nueva legislación acentúa el "desarrollo sostenible del turismo", lo que significa que los recursos turísticos existentes deben ser desarrollados dentro del compromiso medioambiental del cual dependen. Así, el gobierno planea una extensión de las áreas y de los destinos para la industria del turismo, mientras que el parlamento ha exigido un desarrollo siguiendo unas pautas medioambientales de respeto. Los parlamentarios aprobaron, finalmente, una lista con los sitios que se desarrollarán para convertirse en zonas de destino turístico. El Ministro de Turismo, Lakhdar Dorbani, se mostraba optimista después de que se hubiesen aprobado los dos primeros proyectos de ley, afirmando que con esto "se pone fin a las dificultades que impedían las inversiones en el sector del turismo" y que la nueva legislación favorecería al sector turístico. El ministerio va a crear ahora una agencia nacional para el desarrollo del turismo, el cual tendrá a su cargo la responsabilidad de la protección de las áreas de desarrollo para el turismo, explicó Dorbani. El tercer proyecto de ley relacionado con el turismo y aprobado por el parlamento se refiere al uso de las playas y de la línea costera en general. Regula la explotación de las playas por interés comercial en el contexto del principio legal de acceso libre a la línea costera nacional para todos. La ley prohíbe el uso comercial de playas sin que se pueda otorgar una concesión.
La nueva legislación es heredera, además, de los esfuerzos legales realizados a comienzos de los años 90 para promover el turismo. Desde 1989, el gobierno ha liberalizado la industria, privatizando muchos de los hoteles y de los recursos propiedad del gobierno. Antes de estas reformas, el turismo en Argelia sólo se basaba en algunos trotamundos que cruzaban ocasionalmente el Sáhara. La liberalización y la apertura para las inversiones extranjeras parecían señalar hacia un auge, como ya había comenzado en Marruecos y Túnez. Argelia llegó a ser famosa por la multiplicidad de sus destinaciones escénicas y culturales. Sus abundantes recursos mediterráneos - las playas arenosas o las rocosas debajo de la gama de verdes de la Cordillera del Atlas - ofrecieron una mezcla estética de la arquitectura árabe y francesa colonial. La metrópoli de Argel atrajo además a visitantes a los vibrantes escaparates de Kasbah, de tiempos otomanos. El único recurso verdadero, sin embargo, recae en la combinación única de los recursos perfectamente coordinados del Mar Mediterráneo y del otro gran mar; el océano del desierto del Sáhara, que conecta al país con el África Negra. Las rutas aventureras a la ciudad oasis de Tamanrasset - a 2.900 kilómetros al sur de Argel - o aún las travesías del Sáhara destino a Níger consiguieron ofrecer cada vez más disponibilidades y facilidades para los turistas corrientes a comienzos de los años 90. Y la joya del Sáhara de Argelia - Djanet y Tassili, con sus famosas rocas pintadas - era el mejor inicio para comenzar a atraer a los turistas. Pero llegó la guerra civil. Desde 1992, Argelia ha sido un fondo de batalla entre fundamentalistas islámicos, grupos incontables de milicianos, tropas más o menos controladas por el estado y la minoría étnica bereber. Decenas de millares de personas han muerto de las formas más brutales y hay continuos ataques contra las infraestructuras - incluidas las turísticas. También han hecho que los extranjeros se vean amenazados y, en los primeros años del conflicto, eran un objetivo concreto para las milicias islamistas. Desde las elecciones de 1999, la situación es algo más tranquila, pero las masacres, los ataques terroristas y el malestar político son todavía algo habitual. Solamente zonas del sur de Argelia se han visto menos afectadas por el sangriento conflicto, pero el debilitado poder del estado ha dado lugar al florecimiento de una criminalidad habitual, haciendo el recorrido por tierra en el Sáhara argelino demasiado inseguro para los turistas.
Durante los más de diez años de conflicto, se ha aconsejado a los extranjeros evitar Argelia, si es posible, totalmente. La mayoría de las embajadas huyeron del país hace 10 años, haciéndolo aún más difícil para que los turistas visiten el país y busquen ayuda si algo va mal. Naturalmente, la industria turística del país que emergía en esos momentos decayó durante la desaparición de las visitas extranjeras. La mayoría de los hoteles de calidad funcionaban bien y los sitios turísticos - que todavía eran muy pocos en 1992 - han tenido que cerrar. Ahora, solamente un grupo de "grandes hoteles reconocidos internacionalmente en donde se proporciona seguridad" (según el Departamento de Estado de EE.UU.) es el único recomendado por gobiernos extranjeros y el único completamente operativo. Según el gobierno argelino, la fatal situación no se debe solamente a los años de la violencia política. Según la agencia de noticias APS, dirigida por el gobierno, ahora hay una "necesidad de terminar con la anarquía y la carencia de cohesión experimentada por la mayor parte de las estructuras turísticas nacionales, incorporando nuevos métodos de gerencia para estas instituciones para garantizar así su supervivencia y valorar la abundancia natural y cultural existente". El gobierno parece tomar en serio el objetivo de dar una nueva vida a la destrozada industria del turismo. Dadas las atracciones existentes, la estrategia es animar a la inversión privada, proporcionar altos estándares de seguridad en los recursos turísticos y seguir el concepto moderno de "ecoturismo". Ya que el turismo de masas parece haberse eliminado, solamente los pocos pero interesantes turistas ricos se verán atraídos por los exclusivos recursos. Sin embargo, continúan aún por verse si la nueva iniciativa puede
atraer a viajeros a Argelia mientras se mantiene la violencia. Los
extranjeros que desean gozar de los placeres de Argelia lo pensarán,
inevitable, dos veces una vez que leen los consejos de viaje de su propio
gobierno. El gobierno de EE.UU., por ejemplo, advierte que los "ataques
imprevisibles todavía ocurran en aldeas rurales, junto a las carreteras,
en el transporte público, y por la noche". El mensaje está claro:
¡Olvídate de salir a conocer los alrededores, quédate en tu hotel!
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