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Indicios de recuperación en la economía tunecina afrol News, 21.07.2003 - La economía tunecina parece comenzar a recuperarse definitivamente de las fuertes fuertes pérdidas experimentadas el pasado año en los sectores del turismo y la agricultura. A pesar de estas grandes pérdidas, Túnez experimentó el año pasado un crecimiento de un 1,7 por ciento en su PIB, que llegó a incrementarse hasta en un 5,5 por ciento en 2003. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado los resultados relativos a los añalisis relaizados en el mes de mayo por una comisión enviada a Túnez para estudiar la situación y las tendencias económicas del país. La misión del FMI elogió "la resistencia de la economía tunecina, habiendo hecho frente a una difícil situación internacional, a una crisis en el turismo y a unas cosechas seriamente afectadas por la sequía". Todo ello, según analistas del FMI, "atestigua no solamente el éxito de las reformas económicas emprendidas durante los últimos diez años, sino que también demuestra una seguridad en la gerencia macroeconómica". Sin embargo, siguen exisitiendo desafíos para la política económica de Túnez. "A corto plazo, Túnez necesitará avanzar en la recuperación económica global, en la que aún sigue retardada", conlcuye el FMI. Probablemente, el actual e incierto ambiente económico internacional continuará, esperándose que tan sólo las empresas eurorpeas y norteamericanas se recuperen lentamente, explica el FMI. La situación para la recuperación global no es, por lo tanto, la mejor si se tiene una perspectiva a corto plazo. - Sin embargo, el impacto regional del conflicto iraquí parece ser menos grave de lo que se anticipaba, según el FMI. La recuperación de las exportaciones en los primeros cuatro meses del año había sugerido la posibilidad de un crecimiento más rápido en el sector no agrícola, que, junto con una buena cosecha, "alzaría un crecimiento total de un 5,5 por ciento del PIB en 2003, por encima del 1,7 por ciento del 2002". Al mismo tiempo, el panorama de un futuro a medio plazo reflejaba unos ambiciosos objetivos por parte del gobierno tunecino "en términos de crecimiento y de creación de empleo". El FMI concluyó recomendando dos medidas a las autoridades tunecinas.
Primero, la puesta en marcha de un plan para consolidar las políticas
macroeconómicas en un contexto de un aumento de la integración de la
economía tunecina en los mercados financieros internacionales. En segundo
lugar, Túnez debería acelerar sus reformas estructurales para incrementar
la productividad total de la producción.
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