afrol News, 09.01.2003 - Una tregua de seis meses en la provincia meridional senegalesa de Casamance ha sido quebrada por una ofensiva del ejército gubernamental, que, hasta el momento, se ha cobrado la vida de unos treinta combatientes. Esta ofensiva, la más grande en años, ha provocado terror entre lo civiles de Ziguinchor, la capital de la provincia, y los turistas de la zona. Las tropas del gobierno han recibido fuertes críticas de condena. La ofensiva del ejército de Senegal ha matado hasta ahora a alrededor de treinta rebeldes y a cuatro soldados oficiales, según las últimas informaciones. Se informa que la lucha ha sido especialmente fuerte alrededor de Nyassia, a unos 25 kilómetros al sudoeste de Ziguinchor y situada en el trayecto hacia Cap Skiring, la zona costera que se ha convertido en el gran recurso turístico de la zona. Según el ejército de senegalés, la ofensiva fue provocada por la muerte de un soldado del gobierno que había pisado una mina terrestre. Este tipo de minas han sido depositadas por el ejército y por los rebeldes separatistas de Casamance, el Movimiento de las Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC, por sus siglas en francés). La ofensiva del gobierno había sido lanzada el lunes "en respuesta a las recientes campañas de los rebeldes secesionistas de colocar minas en el área", dijo el coronel Mokhtar Gueye en unas declaraciones. "Con los rebeldes intentando causar daños, el comando militar tuvo que tomar medidas para garantizar la seguridad de sus soldados y proteger a los civiles", añadió el coronel. Varias bases de MFDC fueron atacadas por sorpresa y los enfrentamientos todavía continúan. Sigue siendo confuso saber si el ejército había obtenido la aprobación del gobierno en Dakar para lanzar la repentina ofensiva. El Presidente senegalés, Abdoulaye Wade, ha dedicado últimamente un gran esfuerzo y su prestigio personal por encontrar una solución pacífica al conflicto de Casamance, que dura ya más de 20 años. La tregua, de seis meses de duración, se venía considerando como un paso fértil hacia la paz duradera, que está en proceso de negociación. El mediador para la paz en Casamance, Malamine Kourouma, desaprobó también ayer firmemente las nuevas operaciones militares en la provincia. "En estas circunstancias particulares, que habían conllevado tanta esperanza, cualquier acto de reapertura de las hostilidades no pueden conllevar otra cosa más grande y más firme que la desaprobación de la sociedad", denunció Kourouma con fuerza en Ziguinchor, la capital de Casamance. Kourouma llegó aún más lejos, al acusar a las fuerzas del gobierno local de ser responsables del revés que ha sufrido el proceso de paz. Indicó que había "una obstrucción por parte del ejército" con respecto al proceso de paz, aunque él también condenó con fuerza la colocación de las minas en el territorio. El mediador de paz está recibiendo el apoyo de la población en su desaprobación. Un corresponsal de BBC informa que los civiles de Ziguinchor culpan al ejército del resurgimiento de las luchas. La población civil de Ziguinchor, que pudo escuchar las luchas, teme que los enfrentamientos se acerquen más a la ciudad. Los campesinos de las cercanías de la ciudad ya han comenzado a dirigirse hacia Ziguinchor, dejando sus campos a los luchadores. También el recurso costero que representa Cap Skiring para el turismo de lujo ha recibido un fuerte golpe, de forma indirecta, a causa de las luchas. Los turistas estaban incómodos cerca del malestar en la zona y ya han comenzado a registrarse cancelaciones de viajes. Casamance es la provincia de Senegal más rica en recursos naturales. Además de su gran potencial turístico, la región es también la más fértil de Senegal y podría alimentar fácilmente al norte del país. El desarrollo de la provincia, sin embargo, se ha visto obstaculizado por la carencia de inversiones por parte de Dakar y de las destrucciones provocadas por las luchas. El MFDC lucha contra el gobierno centralista de Senegal y la dominación de los musulmanes del norte. Durante los últimos años, el MFDC se ha dividido y se ha debilitado por
facciones competentes. La mayoría de las facciones, sin embargo,
participaron en la aprobación del proceso de paz iniciaron hace dos años,
donde la concesión de un cierto grado de autonomía parecía ser la solución
más probable al conflicto. El proceso de paz ha sido lento y se ha
atascado en varias ocasiones, a pesar de las promesas del Presidente Wade
por convertirlo en su prioridad.
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