Tal y como ha informado hoy la organización, MONUC dispone de 625 efectivos en esta zona. Sin embargo, existen dos problemas fundamentales. Por un lado, no es un número suficiente para garantizar la paz en una población de 340.000 habitantes, y, de hecho, sólo protegen las instalaciones de Naciones Unidas en la ciudad y el aeropuerto, donde se han concentrado en torno a 6.000 civiles. Por otra parte estos efectivos no tienen ni el mandato ni el equipamiento suficiente para proteger a la población civil. Roy Maheshe, coordinador de Oxfam en Congo Kinshasa, ha explicado hoy que en Bunia "reina el caos y la confusión; la atmósfera es de pánico total y la situación cambia a cada momento. Hay fundados temores de que la situación degenere en la anarquía absoluta. Además de las fuerzas de MONUC hay 700 policías congoleños, pero la mayor parte de ellos ni siquiera están armados y son inefectivos". Millares de personas han huido en las últimas horas a Uganda, donde en la localidad de Bundibuygo se registran ya 18.000 refugiados. Los mercados y las tiendas de Bunia permanecen cerrados, y las agencias humanitarias no han podido apenas trabajar en los últimos siete días. La grave situación de Bunia es consecuencia directa de la retirada, la semana pasada, de las tropas ugandesas que controlaban la zona. El vacío de poder ha sido aprovechado por grupos armados que luchan entre sí. Oxfam Internacional trabaja en Bunia desde 1999 suministrando agua y saneamiento a cinco centros de alimentación, seis centros de salud y un hospital.
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