afrol News, 27.06.2003 - Las dos cámaras parlamentarias de Marruecos han adoptado esta semana un nuevo Código Laboral que espera que realce la colaboración entre trabajadores, sindicatos e instituciones gubernamentales. Hace tan sólo unas semanas, la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) denunciaba la insuficiente protección que tienen en este país los derechos sindicales. El Código de trabajo aprobado se espera que llegue a reforzar la cooperación entre los distintos agentes sociales, según el Ministro marroquí de Trabajo y Asuntos Sociales, Mustapha Mansouri. Para Mustapha Mansouri, este aparente consenso existente entre los agentes sociales es un fruto del diálogo social y de los requisitos internacionales "dentro del contexto de una legislación social moderna capaz de atraer inversiones extranjeras". Según Mansouri, la adopción unánime del nuevo Código Laboral refleja el consenso existente "entre diversos agentes sociales, especialmente por parte de los representantes sindicalistas y los grupos de profesionales". De este modo, el Ministro ha subrayado que el nuevo Código Laboral, diseñado tras un intensivo diálogo entre el gobierno, sindicatos y asociaciones empresariales, viene a coronar un paquete de reformas legales destinadas a mejorar la economía marroquí y a generar puestos de trabajo e inversiones nacionales y extranjeras. A comienzos del mes de junio, por otro lado, la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) denunciaba, en su último informe referente a Marruecos, la insuficiente protección que existe en este país en lo que se refiere a los derechos sindicales. Según el informe de CIOSL, en Marruecos, los derechos de los sindicatos están garantizados por la ley, aunque no están a veces protegidos en la práctica y, en los peores casos, algunas grandes empresas incumplen estos derechos con el beneplácito de las autoridades. También según el informe de la Confederación Internacional de
Organizaciones Sindicales Libres, en la práctica, los salarios suelen ser
impuestos por los empleadores, aunque hay una tradición de renegociación
en algunos sectores, como es el caso de la industria.
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