afrol News, 19.05.2003 - Las primeras consecuencias económicas directas tras el ataque terrorista sufrido el pasado viernes en Casablanca ya se empiezan a ver en el principal sector económico del país, el turismo. Los operadores españoles de la industria se plantean ya sus inversiones en el país. El ataque terrorista del viernes en Casablanca, capital económica de Marruecos, ha afectado notablemente a los principales intereses industriales españoles en este país, especialmente debido a la intensidad del siniestro en el restaurante de la Casa de España. Según la Oficina de Información Diplomática (OID), se ha confirmado ya la muerte del tercer ciudadano español, residente en Algeciras. Otros dos españoles, un empresario catalán y otro almeriense, se encuentran entre las víctimas mortales de las 41 personas que fallecieron tras los atentados en distintos puntos de Casablanca la noche del viernes. Hoy lunes, tan sólo poco más de dos días después del siniestro, los grandes operadores turísticos españoles han hecho saber que se están viendo obligados a replantearse sus intereses en el país vecino del norte de África, objetivo del terrorismo internacional y cuya autoría se ve relacionada con el grupo marroquí islamista, 'Assirat al Moustaqim', según fuentes del Ministerio marroquí de Justicia. El ataque contra la Casa de España, se vio acompañado de otros ataques, con coche-bomba, junto al Hotel Safir, el Consulado de Bélgica, la Alianza israelí y un cementerio judío, todo ello localizado en la zona árabe de la ciudad. Los ataques del viernes, según varios observadores, pueden en sí mismos el estallido que muchos conocedores de Marruecos esperan, ya que podría iniciarse un aparentemente inevitable proceso político y económico de cambio contra el tradicional poder de la monarquía alauí. Las señales de peligro son muchas: Marruecos es el país más pobre del
norte de África y la tasa de desempleo es desorbitada. Mientras los países
vecinos han sido sacudidos por las acciones de los fundamentalistas
islámicos, Marruecos los había evitado hasta el momento, aunque igualmente
han estado presentes. Las autoridades continúan reprimiendo a las minorías
étnicas, bereberes y saharauis, estos últimos reivindicando su propio
estado. Y por último e igualmente importante, la mayor fuente de ingresos
para el país y para generar puestos de trabajo - la industria del turismo
- es la más afectada por el terrorismo o la inestabilidad política.
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