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afrol News, 06.06.2003 - El Presidente liberiano, que ayer fue acusado por el tribunal especial de crímenes de guerra de Sierra Leona, ha salido de Ghana sin que se hayan producido intentos de detenerle por parte de las autoridades ghanesas. El gobierno ghanés está siendo masivamente criticado por no cumplir con sus obligaciones internacionales. Charles Taylor, Presidente de Liberia, salió ayer del aeropuerto de Accra (Ghana) hacia Monrovia (Liberia). Taylor había participado en la apertura de la conferencia de paz sobre Liberia que se ha mantenido durante dos semanas en Accra, cuando el Tribunal Especial de Sierra Leona, por sorpresa, hizo pública la orden de detención. La conferencia de Accra ha sido organizada por la Comunidad Económica de Estados de África Oeste (ECOWAS, por sus siglas inglesas) y fue inaugurada por el propio Presidente ghanés, John Kufuor, en presencia de otros jefes de estado africanos como el Presidente Obasanjo de Nigeria y Mbeki de Sudáfrica. Según el tribunal sierraleonés, se informó inmediatamente a las autoridades ghanesas, a otros gobiernos internacionales y a Interpol, pidiendo la detención del Presidente liberiano. El Ministro de Asuntos Exteriores ghanés, Nana Akuffo-Addo, sin embargo, mantuvo ayer en una rueda de prensa que a Ghana no había llegado ninguna orden de detención contra Taylor. Distintos analistas suponen que una posible detención de Taylor en Accra hubiese provocado una crisis diplomática regional, ya que el organizador oficial de la conferencia de paz ha sido ECOWAS y, de esta manera, Taylor estaba en Accra por la invitación de todos los gobiernos de la región. Además, el gobierno ghanés había invertido mucho prestigio esta conferencia, ya que el anterior gobierno de Jerry Rawlings había mediado la paz liberiana de 1997. El fiscal del Tribunal Especial de Sierra Leona, David Crane, ha expresado su decepción ante la negativa de las autoridades ghanesas de detener a Taylor. "Siento que la sociedad internacional ha decepcionado al pueblo sierraleonés y de África Oeste", declaró Crane. "En vez de proveer un fuerte mensaje sobre su responsabilidad, dieron excusas débiles. Cada nación que encuentre a Taylor dentro de sus fronteras está lealmente obligada a ejecutar la orden" de detenerle. El Tribunal mantuvo que la orden de detener a Taylor había llegado a los responsables en Ghana. Grupos de derechos humanos también se encuentran escandalizados por la decisión ghanesa de no detener a Taylor mientras estaba en tierra ghanesa. Según Amnistía Internacional, Ghana ha firmado los estatutos de Roma del Tribunal Internacional de Crímenes que demanda que "nadie, no importa su estatuto - incluido un jefe de estado - tiene inmunidad cuando se trata de los crímenes más serios bajo la ley internacional". Amnistía había exigido ayer al gobierno ghanés que "detuviese a Taylor y le dirigiese al Tribunal Especial o le persiguiese bajo su propio sistema legal". También el grupo estadounidense Human Rights Watch celebraba ayer la orden de detención de Taylor y exigió a las autoridades ghanesas que detuviesen al dictador liberiano. Después de haber vuelto a Monrovia, el Presidente Taylor contribuyó todavía más a ensombrecer la imagen del gobierno ghanés. En una rueda de prensa dio las gracias al Presidente Kufuor y los demás de los anfitriones por "resistir contra mi detención". Taylor también mantuvo que el Tribunal no tenía ningún derecho de acusarle y que altos militares y políticos en Liberia se habían aprovechado de su ausencia para planear un golpe de estado. Anunció que el Vicepresidente dejará su puesto. Taylor fue acusado por su papel en provocar y mantener viva la brutal guerra civil de diez años en la vecina Sierra Leona. El ex-jefe guerrillero entrenó al grupo RUF y les financiaba y proveía con armas mientras organizaba el contrabando de diamantes desde Sierra Leona. Taylor también está acusado por los gobiernos vecinos de Guinea y Costa de Marfil de provocar conflictos en sus territorios. El Tribunal Especial de Sierra Leona, establecido por el gobierno y la ONU en enero de 2002 tiene el mandato internacional de perseguir a las personas que "tengan la mayor responsabilidad" por los crímenes de guerra y contra la humanidad en Sierra Leona después de diciembre de 1996. La acusación contra Taylor - la décima del Tribunal - ya fue aprobada el 7 de marzo pero mantenida en secreto hasta que Taylor, ayer, se encontraba en el extranjero. La conferencia de paz en Accra - destino de Taylor - ha tenido mientras tanto una mala inauguración. Además de la orden de detención contra Taylor, se notó la ausencia en Accra del segundo grupo rebelde más grande, MODEL. MODEL controla gran parte del este de Liberia y se supone que obtiene ayuda de Costa Marfil. El grupo más grande, LURD, sin embargo, participó en Accra. LURD controla el norte y oeste del país y cuenta con el apoyo de Guinea.
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