Se retrasa la evacuación de nacionales de países terceros afrol News, 17.06.2003 - Los gobiernos de Bélgica, Canadá, Italia, Países Bajos y Estados Unidos están sufragando el programa de repatriación destinado a unos 21.500 emigrantes afectados por el conflicto en la región. Sin embargo, por distintos motivos, las repatriaciones se están retrasando en las últimas semanas. Un segundo convoy de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) que debía abandonar la ciudad de Tabou, al oeste del país, ha sufrido un retraso debido a que las lluvias torrenciales habían debilitado un puente en la ruta entre las ciudades costeras de Grand Barebi y San Pedro, en la parte occidental de Costa de Marfil. Según la OIM, el convoy, que transportará a 355 nacionales de Burkina Faso, 9 de Malí y 9 de Níger, partirá en cuanto el puente esté reparado. En Tabou la OIM sigue registrando a los nacionales de países terceros que solicitan ayuda para ser repatriados. Asimismo se están realizando exámenes médicos y se ofrece ayuda antes de embarcar a los repatriados. Antes de que la ciudad de Harper, al sur de Liberia, cayera en manos de grupos rebeldes, la OIM había registrado a 1.038 Nacionales de Países Terceros. Algunos habían caminado durante más de dos semanas para huir de los combates en la región de Zwedru, en el interior del país. En un principio todos habían entrado en Liberia para huir de la guerra civil que azota a Costa de Marfil. Durante la semana pasada, la OIM registró a 235 nacionales de países terceros que habían caminado hasta Tabou desde el norte. Estas personas consiguieron cruzar el río Cavaly e incluso hacer frente a los mares agitados en el sudeste de Liberia. Con ello se eleva ya a 1.689 el número de nacionales de países terceros que se han registrado con la OIM para recibir asistencia a una repatriación voluntaria. La mayoría proviene de Burkina Faso (850), Guinea (528) y Ghana (237); el resto proviene de Níger (33), Malí (9), Nigeria (11), Senegal (5), Sierra Leona (15) y Gambia (1). Actualmente todos se encuentran hacinados en una misión católica, en
centros de la comunidad y en familias de acogida en Tabou y sus
alrededores.
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