afrol News, 03.02.2002 - Durante los últimos meses, se sentenció a muerte mediante apedreamientos a una mujer sudanesa embarazada, Abok Alfa Akok, por adulterio y a por lo menos seis hombres a penas de amputación de miembros por robos. Los "tribunales de emergencia" que emiten las sentencias no cumplen con las medidas básicas que requieren los juicios justos. El pasado 8 de diciembre, un tribunal criminal de Nyala, al sur en la provincia de Darfur, sentenció a Akok, una chica cristiana de 18 años del pueblo dinka, a morir a pedradas, al encontrarla culpable de adulterio. Akok estaba embarazada cuando fue condenada y no tuvo asistencia legal alguna durante el juicio. Se realizó el juicio en árabe, idioma que la acusada no sabe hablar, y no había servicio de traducción durante del procedimiento para asegurarse de que entendería las acusaciones contra ella. No se procesó al hombre con quien supuestamente había tenido una relación sexual porque el tribunal no tenía suficientes pruebas contra él. Se ha apelado el caso contra Akok. El grupo Human Rights Watch (HRW), basado en EE.UU., se había dirigido al gobierno sudanés para proteger a Akok de la "condena arbitraria e inaceptable" contra ella. "El hecho de que solamente se ha procesado a la mujer por el crimen de adulterio indica particularmente la aplicación discriminatoria de esta severa ley," dijo Jemera Rone, investigadora sudanesa de la organización. Solamente desde diciembre 2001 se ha condenado a, al menos, seis hombres de las provincias de Darfur Sur y Darfur Norte a amputaciones de miembros por crímenes como robos y la posesión de armas, según información que ha recolectado Rone. El pasado 12 de diciembre, un tribunal de emergencia en Nyala, Darfur Sur, condenó a Abdu Ismail Tong y a Yousif Yaow Mombai por haber robado tres millones de libras sudanesas (aproximadamente 1000 euros). Confesaron durante las interrogaciones de la policía, pero luego negaron el crimen, indicando, según HRW, la posibilidad de que se produjo la confesión por coacción. Mohamed Adam Yahya y Ahmed Suleiman Mohamed, condenados por robo a mano armada el pasado 25 de diciembre, obtuvieron reacciones todavía más severas. El tribunal de emergencia de la ciudad de Alfahir (Darfur) ordenó una sentencia de amputación de la mano derecha, seguida por muerte en la horca. Dos días después, se sentenció a Mohamed Adam Yahya y a Ahmed Suleiman Mohamed,del pueblo de Um Kadada, a una "amputación cruzada," es decir, la amputación de la mano derecha y el pie izquierdo. El tribunal de emergencia les había encontrado culpables de robo y posesión ilícita de armas. Todas esas sentencias han sido emitidas por tribunales de emergencia, que se componen de un juez civil y dos jueces militares. No se permite la asistencia legal a los acusados y tienen solamente una semana para apelar al presidente del tribunal del distrito. Se establecieron estos tribunales de emergencia en Sudán en el año pasado bajo del estado de emergencia, para tratar principalmente crímenes como robos armados, matanza y el contrabando de armas. HRW afirma que "el sistema jurídico sudanés está dando sentencias bárbaras y los tribunales no cumplen con los básicos estándares de juicios justos al restringir la asistencia legal y la apelación." - Estas recientes sentencias del sistema jurídico sudanés no son nada menos que inhumanas, comenta Rone. "Imponer la pena de muerte en árabe a esta mujer joven que no entiende el árabe constituye claramente una negación a sus derechos humanos más básicos, y la amputación de manos y pies es una pena brutal que resulta en la permanente invalidez." La organización afirma que ha enviado una carta al presidente de Sudán, condenando esas penas e instándole fuertemente para que no se cumplan las sentencias. HRW también pido al gobierno vigilar a todos los tribunales en Sudán y asegurarse de que operan según los estándares internacionales de derechos humanos y leyes internacionales.
Fuentes: Basado en HRW y archivos de afrol
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