condenarla. Poco antes del Día Internacional de la Mujer, Amnistía Internacional intenta sensibilizar a la sociedad española a través de este caso sobre la discriminación y los castigos corporales que sufren mujeres de todo el mundo. El tribunal islámico de Gwadabawa, en el norte de Nigeria, condenó a Safiya Hussaini Tungar-Tudu a morir lapidada después de ser acusada culpable de haber mantenido relaciones antes del matrimonio, un motivo de castigo según la ley islámica de la Shari'a. Ahora, Safiya espera que el próximo 18 de marzo se decida su futuro, en una audiencia que examinará el recurso de apelación que presentó su abogado. Entonces sabrá si se sigue enfrentando a ser enterrada hasta la cintura para que decenas de personas le lancen piedras hasta matarla. Mientras tanto, el hombre con el que la chica mantuvo las relaciones sexuales fue puesto en
libertad por el mismo tribunal después de llegar a la conclusión de que faltaban suficientes La vista de la apelación se verá el próximo día 18. En un intento de evitarlo, la Sección Española de Amnistía Internacional ha lanzado hoy una campaña que se difundirá a través de anuncios en prensa, radio, Internet y carteles en las calles. A través de todos estos materiales se pide a la población española que acceda al sitio web de la campaña, www.amnistiaporsafiya.org, para enviar cartas a las autoridades nigerianas o que llame al teléfono de información de AI (902 119 133) para consultar otras posibilidades de colaboración. Con el material conseguido en estas semanas, Amnistía Internacional entregará, el próximo 14 de marzo, todo el apoyo que haya recogido a la embajada de Nigeria en España. Eva Suárez-Llanos, presidenta de AI, se explicaba hoy que dada "la notoriedad que ha adquirido, este caso puede contribuir enormemente a la sensibilización de la sociedad sobre la violencia por razones de género". Durante los últimos años, bastantes estados con mayoría de población musulmana en el norte de Nigeria han extendido la aplicación de la ley de la Shari'a a delitos criminales, imponiendo los castigos de la Shari'a y criminalizando actos como las relaciones sexuales pre-matrimoniales y el consumo de alcohol. En el norte de Nigeria, lamentablemente, el caso de Safiya Hussaini es el segundo de este tipo o, al menos, el segundo del que se ha tenido noticia. En septiembre del año 2000, un tribunal también islámico en el estado de Zamfara, igualmente en el norte del país, sentenció a Bariya Ibrahim Magazu, una adolescente, a 180 latigazos por haber mantenido relaciones sexuales y por falsas acusaciones al haber mencionado a los hombres con las que las había mantenido.
|