afrol News, 25.01.2002 - Según informes de Botswana, el gobierno del país ha cortado el suministro de agua a la comunidad del pueblo indígena de los san (anteriormente llamado "bosquimanos") que viven en el Coto de Caza Kalahari Central, rico de minerales. El gobierno les ha pedido marcharse. Originalmente se había creado el coto para dar un refugio al marginado pueblo san de Botswana, un pueblo parcialmente nómada que depende de los recursos de caza y de las áreas terrestres extensivas. Por los nuevos recursos del coto, especialmente el potencial turístico y los diamantes, estas tierras periféricas han adquirido, de repente, un valor más alto; motivo por el que el gobierno presiona a la dispersa población san. En ocasiones anteriores, el gobierno botswanés ha bajado las cuotas de caza de los san, protegiendo el atractivo recurso animal para los turistas. Durante años, se ha instado a los san para que se trasladasen y estableciesen en campos fuera de zonas potencialmente ricas en minerales. Según grupos de defensa de los derechos humanos, el gobierno ha utilizado métodos de presión como la tortura. Cuando en 1961 se fundó el Coto de Caza Kalahari Central, con 51.8000 kilómetros cuadrados de extensión (el tercero de África), los intereses del pueblo san eran de importancia vital. El gobierno, entonces colonial, garantizaba el suministro de servicios básicos, incluido el agua. Sin embargo, esta semana fue cortado el suministro de agua y otros servicios esenciales a los san que viven en el coto. Según informa la prensa local, el gobierno botswanés afirma que ese hecho de ninguna manera está conectado con la presión contra los san para trasladarles, pero que hacía falta porque no podía continuar con la provisión de agua de una zona tan extensiva. Ya en el pasado mes de noviembre el gobierno anunció su intención de que, a partir de enero 2002, solamente iba a proveer estos servicios a "pueblos fijos existentes" dentro del coto, algo que según las ONGs san de derechos humanos significa los "campos de traslación". Dichas ONGs ya han protestado ante la decisión. La decisión gubernamental será otro motivo más para vaciar el coto. La población del coto ha descendido significantemente en los últimos años. A partir de 1997, el gobierno también ha iniciado traslados forzados. En una ocasión, se echó a más de 2000 san, llevándoles en camionetas a "campos no funcionales en la frontera de sus antiguas áreas", según informan grupos locales san. Los mismos grupos afirman que ahora solamente quedan unas 559 personas viviendo en el coto, lo que indica que el gobierno botswanés, poco a poco, está ganando su campaña contra la población indígena del coto. - El gobierno dice que es demasiado caro proveer servicios al coto y acusa a los san de que prefieren continuar en la Edad de Piedra antes que desarrollarse, informa un activista de derechos humanos en Gaberone. "El gobierno mantiene que la poca gente que todavía queda no justifica los gastos para seguir manteniendo el suministro de los servicios allí".
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