AFROL
Mujeres:
República
Centroafricana La
República Centroafricana, después de una turbulenta historia, parece haber
encontrado la estabilidad política con su actual régimen. Queda, sin embargo,
una situación crónica de pobreza que azota al país, donde las tradiciones
más ancestrales siguen perdurando entre la población, especialmente en el caso
de los núcleos rurales. El propio gobierno del país admite que no puede llevar
a cabo las obligaciones que conllevan un seguimiento adecuado de los derechos
humanos y, sobre todo, en lo que se refiere a los derechos de las mujeres,
debido a la pobreza y falta de medios. De este modo, las tradiciones locales
desfavorecen a la población femenina y siguen controlando sus vidas en la
República Centroafricana.
Datos Sociales
Esperanza de vida: Población total: 44,02 años.
Hombres: 42,26 años
mujeres: 45,84 años (año 2000)
Mortalidad infantil: 106,69 muertes/1.000 nacimientos (año 2000)
Tasa de alfabetización: población total: 60%
Hombres: 68,5%
Mujeres: 52,4% (año 1995)
Servicios médicos: el 12% de la población tiene
acceso a servicios médicos. (16.500 personas por médico)
Proporción hombres/mujeres: Al nacer: 1,03
hombre(s)/mujer
Menores de 15 años: 1,01 hombre(s)/mujer
Entre 15-64 años: 0,96 hombre(s)/mujer
Más de 65 años: 0,8 hombre(s)/mujer
Población total: 0,98 hombre(s)/mujer (año 2000)
Datos religiosos: religiones tradicionales africanas:
64,98%, cristianos: 31,2%, musulmanes: 4% (las religiones
tradicionales y las prácticas religiosas están fuertemente influídas por el
cristianismo).
Nota: las estimaciones explícitas sobre este país
cuentan con los efectos de la excesiva mortalidad debido al SIDA; esto puede
repercutir en la menor esperanza de vida, mayor mortalidad infantil, menor
población y tasa de crecimiento, así como en cambios en la distribución de la
población por edades y sexos que se esperaban en las estadísticas de julio
2000.
Familia y Tradición En la práctica de hoy en
día, las mujeres son tratadas como individuos inferiores a los hombres, tanto
económica como socialmente. Mujeres solteras, divorciadas o viudas, aunque
tengan hijos, no son consideradas como cabezas de familia. Sólo los hombres
pueden serlo. La poligamia está legalizada, aunque esta
práctica está encontrando cada día más resistencia entre las mujeres que han
podido acceder a un mayor nivel de estudios. La ley autoriza a un hombre poder
tener hasta cuatro esposas al mismo tiempo, pero el posible marido debe indicar,
ya en su primer matrimonio, si tiene o no la intención de tener más esposas.
En la práctica, muchas parejas no llegan nunca a casarse porque el hombre no
tiene los medios suficientes para pagar la tradicional dote. Las mujeres que
reciben una adecuada formación educativa y una independencia económica tienden
a buscar matrimonios monógamos. El divorcio es
legal y su procedimiento debe ser iniciado por las dos partes. La ley no
discrimina a las mujeres en temas relacionados con herencias o propiedades, pero
es normal que cuando se produce un conflicto ellas sean las más
perjudicadas. Una ley de familia diseñada para defender a las mujeres se
promulgó en mayo de 1998.
En lo que se refiere a la mutilación genital femenina (MGF),
las chicas continúan siendo objeto de esta práctica atroz en bastantes zonas
rurales y tiende a disminuir en Bangui, la capital del país.
Sensibilización Social
La Constitución estipula que todas las personas son iguales ante la ley, sin
distinción de posición económica, raza, sexo o religión, pero el Gobierno no
refuerza estas previsiones de una forma efectiva y la discriminación sigue
existiendo.
Las mujeres en las zonas rurales sufren normalmente la
discriminación de una forma más acusada que las de las zonas urbanas. Entre el
60 y 70% de las mujeres que viven en las ciudades han acudido a la escuela
primaria, frente al 10-20% de las mujeres del campo. A un nivel de educación
primaria, las niñas y niños disfrutan de los mismos derechos para asistir a
clase, pero la mayoría de las chicas abandonan los estudios a los 14 o 15
años, debido a presiones familiares, matrimonios o embarazos. Tan sólo el 20%
de los estudiantes de la Universidad de Bangui son chicas.
El acceso de las mujeres a las oportunidades educatvas y
laborales, especialmente en el caso de puestos de trabajo de alto nivel o en los
servicios públicos, ha sido tradicionalmente limitado. En 1999, un elevado
número de organizaciones de mujeres activistas y seminarios se organizaron para
promover los derechos de la infancia y las mujeres, así como su completa
participación en el proceso electoral.
La Asociación de Mujeres Juristas de la Rep. Centroafricana aconseja a las
mujeres sobre sus derechos legales. La organización también publica folletos,
en cooperación con el Ministerio de Asuntos Sociales, sobre los peligros de la
MGF y otros tabús.
Datos Sanitarios
Acceso a agua potable: 38%
Servicios médicos: el 12% de la población tiene acceso a servicios
médicos. (16.500 personas por médico)
Tasa de mortalidad materna: 700/100.000
Mortalidad infantil: 106,69 muertes/1.000 nacimientos (año 2000)
Mutilación Genital Femenina (MGF): entre el 45 y 50% de las mujeres
sufren este procedimiento.
Una orden de 1996 prohibió la mutilación genital femenina,
aunque las niñas de muchas zonas rurales del país siguen siendo víctimas de
esta cruel práctica. Los últimos datos indican que entre el 45 y el 50% de la
población femenina centroafricana ha sido víctima de la MGF.
Por otro lado, la realización de este tipo de mutilación
está descendiendo en las zonas más pobladas, como la capital del país,
Bangui, junto con algunas zonas rurales. Uno de los principales motivos de esta
reducción es la campaña realizada por el Ministerio de Asuntos Sociales en
esta zona, junto con algunas ONG's, en las zonas rurales donde se producían el
mayor número de casos. La campaña se realizó hasta finales del año 2000.
El aborto, que está prohibido por la ley, es la sexta
principal causa de mortalidad materna en el país.
Las mujeres en la Rep. Centroafricana tienen una
media de 4,95 hijos (según estadísticas del año 2.000).
Violencia contra las mujeres
La violencia contra las mujeres, incluída la violencia doméstica, se
produce aunque no existen datos que hagan posible entender la extensión del
problema. Las víctimas no suelen comentar los incidentes y los juzgados tratan
muy pocas veces casos de abusos o violencia doméstica. Algunas mujeres
reconocen tener que tolerar abusos por parte de sus maridos por el sólo hecho
de conseguir una seguridad económica para ellas o sus hijos. El Gobierno no
considera que esto sea un problema.
Algunas chicas se ven obligadas a comenzar en el mundo de la prostitución
para ayudar economicamente a sus familias. La presencia de cascos azules en el
país ha ayudado a fomentar la prostitución entre las adolescentes. la
prostitución infantil aumentó en la capital durante el ano 1999, cuando
MINURCA (grupo de observadores de la ONU en la Rep. Centroafricana) empezó a
llegar al país. El Código Penal prohíbe los abusos paternos a los hijos
menores de 15 años. La Ley de Familia se diseñó para fortalecer los derechos
de la infancia. Los hijos ilegítimos ya tienen los mismos derechos que los
nacidos dentro del matrimonio. Un juzgado de menores se inauguró en 1998 pero
sus funciones son practicamente inexistentes.
Fuentes: Departamento de Estado de los
EEUU, CIA, HRW, Naciones Unidas, Gobierno de Rep. Centroafricana
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